domingo, 22 de enero de 2012

LA RABIA





ME LIBERO DE VIEJAS CREENCIAS




La rabia

Hay mucha rabia contra las enfermedades que ponen en peligro la vida, contra la enfermedad en sí. La gente se pregunta: «¿Por qué yo?». A menudo la enfermedad saca a relucir viejas rabias que han estado soterradas durante años. Rabia contra nuestros padres por menospreciarnos cuando éramos niños o adolescentes, o porque nos rechazaron cuando no realizamos sus sueños.

Luego está la rabia contra los amigos y amantes que no nos apoyan como querríamos. Son tantos al parecer los que no comprenden... Sentimos rabia contra nosotros mismos por crear las condiciones que permitieron a la enfermedad apoderarse de nuestro cuerpo. Nos sentimos impotentes y desamparados. Sentimos rabia por tener que depender de otros, y al ver morir a amigos y seres queridos.

Hay mucha rabia contra los médicos, porque no saben realmente qué hacer y muchas veces, con cruel insensibilidad, nos sentencian a muerte. Sentimos rabia por el enorme coste económico de los tratamientos y fármacos que no nos sanan, y contra el personal sanitario por no hacer más. Sentimos muchísima rabia, furia y desamparo. ¿Qué hacer con todos estos sentimientos tan intensos? ¿Cómo manejar la rabia de forma positiva? Tragárnosla y dejar que se instale en nuestro cuerpo no aportará nada a nuestra curación. Debemos dejar salir estos sentimientos.

Podemos hacer varias cosas. Podemos hablar con las personas con las cuales estamos enfadados y liberar así nuestros sentimientos, pero demasiado a menudo nos resulta imposible hacerlo. Entonces buscamos otros métodos. Pateamos almohadones, golpeamos la cama, lloramos y gritamos en el coche o sobre la almohada, damos puñetazos a un saco de arena en el gimnasio, o bien corremos o jugamos al tenis.

Podemos meditar y dejar fluir libremente nuestra rabia, y luego perdonarnos a nosotros mismos y a los demás. Podemos hablar o chillar frente al espejo. Siempre que sintamos rabia contra otra persona durante la meditación o en el ejercicio con el espejo, tenemos que terminar perdonándola, diciéndonos que lo que realmente deseamos es su amor y su aprobación. Si no lo hacemos así, entonces el ejercicio será sólo una afirmación negativa que no nos aportará curación. Hay diferencia entre liberarse de viejas- rabias y sólo revivirlas. El acto de perdonar nos sirve para olvidarlas.



Ejercicio para la rabia

He aquí un ejercicio cuya finalidad es dejar que se vaya la rabia que sentimos tan a menudo:

Mírate a los ojos en el espejo. Contémplate a ti o ve a la persona que crees que te ha hecho daño. Siente toda la rabia que te invade. Comienza a decirle a esa persona todo aquello por lo cual te has enojado tanto. Manifiesta toda la rabia que te sea necesaria. Podrías decir algo así:

1. Me enfadé contigo porque...

2. Me ha dolido mucho que tú ...

3. Tengo mucho miedo porque...

4. Con toda franqueza, lo que me gustaría hacerte es...

Sácalo todo. Cuando hayas terminado de expresar tu enfado con esa persona, di más o menos:

5. Bueno, pues, ya está, eso es todo.

6. Te libero y te dejo ir.

7. ¿Cuál de mis creencias ha originado esto?

8. ¿Qué creencia podría cambiar para dejar de sentir tanta rabia?

1 comentario:

  1. Hola, me encantó este post y me sentí muy identificada, porque cuando yo tengo rabia contra alguien (generalmente un familiar) , cuando plancho, me imagino que le estoy planchando la cabeza y me la agarro con la pobre tabla de planchar que recibe todos mis golpes. Y mágicamente después ya no siento rabia, se me pasa. Lo que no entiendo es lo que ponés que las rabias tienen como base una creencia. A mí me da rabia la gente falsa, que parece una cosa y es otra. ¿Qué creencia es la base de este sentimiento?
    Gracias

    ResponderEliminar