domingo, 22 de enero de 2012

APRENDER A PERDONAR



El resentimiento

El resentimiento no es otra cosa que rabia soterrada. En lugar de expresar la rabia de forma positiva, nos la tragamos, o pensamos que no tenemos derecho a estar enfadados, y entonces nos sentimos resentidos e incluso puede ser que deprimidos. El principal problema del resentimiento es que se aloja en el cuerpo. A su tiempo, si lo vamos acumulando, comienza a corroer nuestros órganos o articulaciones. El cáncer es el resultado extremo de resentimientos guardados durante mucho tiempo. No vale la pena aferrarnos a las viejas heridas. Dejémoslas ir. Nuestra salud es un buen motivo para hacerlo. ¿Cómo? Pues, mediante el antiguo y buen perdón.

Una emoción que suele acompañar al resentimiento es la aflicción. Nuestro proceso de curación se beneficiará muchísimo si aprendemos a hacer frente a esta pode rosa emoción y a servirnos de ella para nuestro bien, a la vez que mejoraremos nuestra vida en general, para nosotros y para los que nos rodean.

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