jueves, 13 de septiembre de 2012

Louise Hay,CONVERSACIONES SOBRE VIVIR, Parte 1


Louise Hay,CONVERSACIONES SOBRE VIVIR, Parte 2


DIABETES






El coaching de salud (y la P.N.L.) no elimina la diabetes pero sí puede ayudar a mejorar el estado de salud de la persona que la padece. El coaching trabaja para el cambio de hábitos, el descubrimiento de creencias limitantes, la motivación y orientación al logro, a lo positivo. Nos sorprenderíamos si viéramos la forma en que nuestros pensamientos potencian las enfermedades (o las reducen). Sólo hay que recordar que el cerebro genera sustancias provocadas por nuestros pensamientos. Es decir, lo que pensamos hace funcionar nuestro interior sin que lo percibamos.
Os presento algunas sencillas pautas que empleo como coach de salud en este tipo de casos:
1. Es importante que la persona asuma la responsabilidad de su propia salud, es ella quien tiene los recursos y las soluciones para optimizar su estado de salud. De nada sirve sermonear o recomendar.
2. El lenguaje es muy importante: la persona “no es diabética” sino que “tiene diabetes”. El verbo ser tiene el poder de otorgar una cualidad a la esencia de la persona. Otras expresiones son sustituir el tengo que por el quiero, el intentaré por el haré, etc… El lenguaje condiciona nuestros actos.
3. Utilizo una técnica que se llama “pastel de la diabetes” en el cual la persona valora del 0 al 10 algunos aspectos que influyen en la diabetes: controles, dieta, ejercicio, medicación, etc… el ejercicio ayuda a poner sobre el papel y tomar conciencia del estado de la persona y a tomar decisiones sobre lo que quiere trabajar.
4. Definimos una meta. En este sentido la PNL es muy potente a la hora de visualizar la consecución de esa meta. Incluso utilizo ciertos estados de trance que hacen que la persona se recree en ese estado futuro. Está demostrado que proyectarnos de ese modo hacia el futuro es un gran paso para alcanzarlo realmente. Con la meta definida se comienza a trazar un plan de acción.
5. Con esas mismas técnicas podemos ir a situaciones de éxito del pasado para obtener recursos a veces olvidados.
Estos dos últimos pasos ofrecen motivación y compromiso a la persona.
6. Trabajamos con motivaciones, con creencias (potenciadoras y limitadoras) y con valores y emociones. Detrás de una emoción muchas veces hay una creencia. Estas creencias no están limitando: no puedo, esto no puede ser así, etc… El coaching de salud desmonta esas creencias y utiliza las positivas, profundiza en los valores que hay detrás y que dan la energía suficiente para avanzar.
7. Por supuesto, a veces hay ocultos problemas de autoestima, culpa, procrastinación, etc…. que también trabajamos desde el coaching y la PNL. Hay muchos ejercicios que pueden hacerse para ello.
8. Además, hay que tener en cuenta que las sesiones de coaching de salud están protagonizadas por una fuerte empatía, escucha activa, reformulaciones, confrontaciones, etc… formas de trabajar con las persona que hacen que tome conciencia y que descubra o reflexione sobre aspectos que nunca había pensado y que quizás le están obstaculizando.
9. Estrategias. Los clientes se sorprenden a veces de las ideas que a ellos mismos se les ocurren para superar un obstáculo. Una estrategia típica en estos casos es el diseño de una especie de calendario de controles, que se puede ampliar a otras acciones.
Hay que tener en cuenta que quien tiene una diabetes se autoimpone limitaciones o se sugestiona de que “es enfermo” y que está limitado, cuando la idea es trabajar sobre qué puedo hacer y cómo puedo mejorar.
10. Otras estrategias: Los apoyos y los premios. Compartir el compromiso con otras personas.

EXPRESA TUS SENTIMIENTOS



1. Haz una lista con aquellas personas a las que <<no puedes perdonar>>
Personas con las que te gustaría reconciliarte, o tienes un resentimiento especial que no consigues desprenderte. Pueden estar en tu entorno actual o ser incluso personas que ya han fallecido. Finalmente, elige a una de esas personas
2. Expresa tus sentimientos
Expresa tus sentimientos por escrito. Desahógate sobre el papel y no cuides tu lenguaje… saca lo que llevas dentro. Cuando hayas escrito todas las páginas que sean necesarias para sentirte más liberado, rompe el papel!.7
3. Busca los motivos de los actos que no puedes perdonar
Escríbelos también. Ahora, ponte en su lugar. Pruebe a ser esa persona por un momento y comprende lo que le llevó a actuar como actuó. Hazlo sin emitir juicios. Sólo trata de comprender qué le llevo a hacer lo que hizo. Todo los hacemos por alguna razón que tiene que ver con sentir placer o no sentir dolor. Sé paciente y descubre algo de la otra persona.
4. Agradécele algo a esa persona
Haz este esfuerzo, trata de agradecer por escrito todo aquello que puedas, por insignificante que sea.
5. Utiliza la fuerza de las palabras
Cuando verbalizamos algo, estamos más cerca de que se haga real. Las palabras tienen un poder sanador, si las empleamos con firmeza y determinación. Haz una declaración del tipo: “para mi propia felicidad, calma y libertad perdono a…”. Repítelo en voz alta, con seguridad, aunque no termines de creerlo. Repítelo durante 10 minutos a 1 hora.
6. Escribe aquello de lo que querrías disculparte
Cuanto más escribas mejor
7. Escribe aquello que hayas aprendido de esa relación
Pregúntate, si quieres, cómo hubieras sido mejor tratando con aquella persona, de modo que ambos hubiérais sido más felices.
8. Declare “le perdono”
No pasa nada si tras estos 8 pasos persiste el sentimiento de que no puedes perdonar. En ese caso, repite los pasos 2 al 5

martes, 11 de septiembre de 2012

CERRANDO PUERTAS

 


Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas o cerrando capítulos. Lo importante es poder cerrarlos y dejar ir momentos de la vida que se van terminando.
 
¿Terminó tu trabajo?
¿Se acabó tu relación?
¿Ya no vives más en esa casa?


¿Debes irte de viaje?...

Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en repetir el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual cosa.
El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y a seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas que ya no existen, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.
El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. El repetir "tu película personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigues es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no dejas ir?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron?
Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Por salud mental, por amor ti mismo, desprende lo que ya no está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste solo.
Por lo tanto, es costumbre vivir contigo mismo, y es un trabajo personal aprender a vivir solo, sin la compañía humana o física que hoy te duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque recuerda nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
Hay muchas palabras que significan salud mental y cualquiera que escojas te ayudará a seguir adelante con tranquilidad.
¡Esa es la vida!
 Paulo Coelho

domingo, 9 de septiembre de 2012

¿CÓMO PUEDO ALCANZAR MIS OBJETIVOS?

 
 
 
 
La mayoría de las personas tratamos constantemente de superar nuevos retos que hacen de nuestra vida una “motivación” continua y la mayor parte de las veces o bien superamos esos retos o los abandonamos porque no resultaron ser tan atractivos como imaginábamos. Pero ¿qué sucede cuando no conseguimos ese reto y seguimos intentándolo una y otra vez sin el resultado que esperamos o cuando sigue siendo motivador pero no encontramos la manera de alcanzarlo?.
Te han podido suceder dos cosas al respecto; por una parte que insistas una y otra vez recorriendo el mismo camino y haciendo las mismas cosas. En este caso te propongo que hagas algo diferente, algo que antes no hayas hecho, si lo que haces no funciona, cámbialo; y por otra parte, te puede ocurrir que intentes de todo sin éxito. Aquí te propongo que reflexiones, que sigas unas pautas, tus pautas, que te hagas una serie de preguntas en relación a lo que quieres conseguir, simplemente establecer un orden para seguir una estrategia y un plan de acción.
Algunas pautas que te pueden ayudar son las siguientes:
Las preguntas que siempre pueden ayudarte a alcanzar lo que quieres son: Qué, Quién, Cómo, Cuándo, Dónde y Porqué.
Una vez respondidas estas preguntas visualiza una línea imaginaria que te permita observar el camino que tienes que recorrer desde este momento hasta la consecución del objetivo.
Observa qué obstáculos pueden aparecer en el camino y busca una estrategia para sortearlo.
Por último intenta ser consciente en todo el proceso de aquellos recursos que siempre van contigo.
Y lo más importante, disfruta de ese camino hacia el logro de tu objetivo. En ese camino encontrarás respuestas, autodescubrimiento y sorpresas maravillosas