sábado, 14 de julio de 2012

PROGRAMA TU DÍA

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LAS CUATRO FUNCIONES DE LA MENTE



 

Pensamiento y sentimiento se refieren a formas opues-
tas  de emitir juicios y tomar decisiones.
La función del pensamiento se ocupa de actividades altamente intelectuales, tales como clasificar y organizar los hechos, procesos que nos ayudan a comprender el mundo.
La función del sentimiento, por contraste, nos dice si nos gustan o no nuestras observaciones, decisión que se basa en sentimientos agradables o desagradables.


Sensación e intuición son de carácter perceptivo y se re-
fieren a formas opuestas  de reunir información.
La sensación implica una experiencia directa del mundo,de una manera abierta, que no emite juicio, función que acentúa lo que vemos, oímos, sentimos, paladeamos y olemos.
La intuición, por otra parte, acentúa las posibilidades o esencias más que las realidades; en una palabra, la función de la intuición involucra una experiencia inmediata que 'va más allá'de los hechos.

El párrafo siguiente ilustra la forma de operar de estas fun-
ciones en un contexto familiar:
Supongamos que hay un individuo parado junto al borde
del Gran Cañón del Colorado
.



Si predomina en él la función del sentimiento, experimen-
tará admiración, grandeza, un sentido de belleza sobreco-gedora.
Si predomina la función de la sensación, verá el cañón simplemente como es o como podría representarlo una fotografía.
 
Si la función del pensamiento domina su yo, tratará de comprender al cañón desde el punto de vista de la teoría y los principios geológicos.
Por último, si la que prevalece es la función intuitiva, verá al cañón como un misterio de la naturaleza que posee una profunda significación cuyo sentido es parcialmente revela-do o vivido como una experiencia mística.

VISUALIZACIÓN Y CURACIÓN



Hay evidencia del uso de la imaginación en la medicina de la época aristotélica, y los alquimistas descubrieron que la visualización era una herramienta útil para modificar la realidad material del cuerpo.
Esos antiguos descubrimientos han sido corroborados por investigaciones médicas recientes que apoyan la noción de que la visualización produce efectos sobre nuestro organismo

Jeanne Achterberg se refiere a algunos estudios que han demostrado:
1)Aumento de la frecuencia cardiaca imaginando que estamos corriendo;

2) alteración del tamaño de la pupila, de acuerdo con la imagen que se esté visualizando;

3) notables cambios fisiológicos en los aparatos genitales masculino y femenino como resultado de la visualización de contenido sexual;

4) cambios en la frecuencia cardiaca, la tensión muscular y la resistencia de la piel ante imágenes de estímulos nocivos;

5) formación de ampollas y cambios cuantificables en la glucosa sanguínea y en la actividad gastrointestinal, según los diversos usos de la visualización; y

6) capacidad de la imagen para controlar
diversos aspectos del sistema inmunológico.

Los resultados fisiológicos de imaginar una escena placentera y no amenazante son disminución de la presión sanguínea y del ritmo cardiaco, y recuperación del equilibrio homeostático que mantiene el bienestar del organismo.
 En cambio, cuando evocamos imágenes intensamente negativos (como recordar una experiencia traumática de la infancia), el corazón se acelera, aumenta la respuesta galvánica de la piel, y la respiración se hace más rápida, al igual que los movimientos oculares.
La evidencia experimental obtenida recientemente sobre los efectos de la visualización en el funcionamiento emocional y corporal ha convencido a muchos médicos de avanzada de la conveniencia de utilizar métodos psicológicos y de renovar las antiguas técnicas terapéuticas de visualización.
El importante cirujano Bernie Siegel describe un amplio enfoque para el tratamiento de los pacientes con cáncer, que incluye relajación, meditación, visualización e hipnosis. Como parte del programa de tratamiento, el Dr. Siegel alienta a sus pacientes a visualizar una respuesta activa de sus células sanguíneas blancas y T, frente a las células cancerosas descontroladas e invasivas. El Dr. Siegel afirma que la visualización aprovecha una peculiaridad del cuerpo humano: éste no puede distinguir entre una imagen vívida y una experiencia física real
.
A diferencia de estos usos positivos de la imaginación, es bien sabido que en los estados de ansiedad surgen representaciones mentales negativas, y tanto las imágenes como los pensamientos negativos conducen a menudo a la misma disfunción que tememos.
Cuando nuestro objetivo es afrontar la vida con entereza, debemos pensar positivamente y encontrarle a la imaginación usos positivos que faciliten el logro de nuestras metas y nuestros deseos.

Cuando utilizamos la imaginación para combatir las dificultades cotidianas, adquirimos la habilidad de modificar los sentimientos innecesarios de impotencia y pasividad que con tanta frecuencia nos mantienen en la apatía.
Generalmente esos sentimientos negativos se originan en la autocrítica, y conducen al deterioro de la autoestima. Las imágenes relacionadas con alguna clase de pérdida normalmente nos producen tristeza y una sensación de vacío. Otros sentimientos perturbadores, como la ansiedad, surgen cuando imaginamos pérdidas reales o potenciales. No es exagerado insistir en que nuestros sentimientos y acciones guardan una estrecha relación con lo que IMAGINAMOS que es verdad acerca de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.
 Uno de los principios fundamentales de la psicología cognitiva es que las expectativas desempeñan un importante papel en los procesos internos. Tanto nuestras acciones como nuestros sentimientos dependen de lo que imaginamos que puede suceder en el futuro

jueves, 12 de julio de 2012

APRENDE A ESCUCHAR.




No hay razón para sufrir.
La única razón por la que sufres
es porque así tú lo exiges.
Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir,
pero ninguna razón válida.
Lo mismo es aplicable a la felicidad.
La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento.

Miguel Ruiz

miércoles, 11 de julio de 2012

LAS EMOCIONES






Estudios sólidos demuestran que el éxito profesional y personal, está mas relacionado con nuestra madurez emocional, que con nuestro desarrollo académico- intelectual. Algunos estudios de prestigiosas universidades norteamericanas, como la universidad de Yale, Stanfor, entre otras, atribuyen a la educación formal (académica) el 20% del éxito personal, y el otro restante 80% lo relacionan con el desarrollo de una emocionalidad sana, incluyendo aspectos tales como: actitud positiva, autodisciplina, capacidad de motivarse y persistir frente a las decepciones, mostrar empatía, tener esperanza, capacidad de comprometerse, capacidad de conectarse con otras personas, etc.

Dice Daniel Goleman: “La inteligencia académica tiene poco que ver con la vida emocional. Las personas más brillantes pueden hundirse en los peligros de las pasiones desenfrenadas y de los impulsos incontrolables; personas con coeficiente de inteligencia elevado pueden ser pilotos increíblemente malos de su vida privada”. Agrega Goleman: “La inteligencia académica no ofrece prácticamente ninguna preparación para los trastornos – o las oportunidades – que acarrea la vida”.

Al respecto comenta Paul Ekman: “Nuestras emociones nos guían cuando se trata de enfrentar momentos difíciles y tareas demasiado importantes para dejarlas sólo en manos del intelecto: los peligros, las pérdidas dolorosas, la persistencia de una meta a pesar de los fracasos, los vínculos con un compañero, la formación de una familia. Cada emoción ofrece una disposición definida a actuar; cada una nos señala una dirección que ha funcionado bien para ocuparse de los desafíos repetidos de la vida humana”.

En otras palabras, las emociones no sólo representan una debilidad como algunas personas piensan, sino más bien un potencial. Nuestra solidez emocional es la que decide en qué medida conseguiremos desarrollar nuestras capacidades innatas. “La estabilidad emocional desata la habilidad”, al crear la plataforma sobre la cual se desarrollarán los talentos y habilidades. Al carecer de estabilidad emocional, careceremos también del ambiente interior- la fuerza interior- necesaria para desarrollar las destrezas y habilidades que determinan el éxito. “La aptitud emocional es una meta-habilidad y determina lo bien que podemos utilizar cualquier otro talento, incluido el intelecto puro” (Daniel Goleman).
Nuestros sentimientos y deseos son guías esenciales para desenvolvernos exitosamente en la vida, alcanzar objetivos, desarrollar talentos y habilidades naturales, sentirnos satisfechos, dominar los hábitos mentales que favorezcan nuestra propia productividad, y en general ser más eficaces en nuestra vida. Por el contrario, nuestra incapacidad de edificar una vida emocional estable y saludable, nos sumerge en luchas internas que sabotean nuestra efectividad en la vida profesional, laboral, social, y aún nuestra claridad de pensamiento. Lo admitamos o no, nuestras decisiones son mayormente movidas por nuestras emociones, en forma saludable o en forma insana.

lunes, 9 de julio de 2012

LOS CUATRO ACUERDOS

TE PRESENTO AQUÍ LOS AUDIO -LIBRO DE LOS CUATRO ACUERDOS .

EL CUARTO ACUERDO Haz siempre tu máximo es...


CUARTO ACUERDO

El Cuarto Acuerdo se refiere a la realización de los tres primeros: Haz siempre tu mejor esfuerzo. Bajo cualquier circunstancia, haz siempre tu máximo esfuerzo, ni más ni menos. Pero piensa que eso va a variar de un momento a otro. Todas las cosas están vivas y cambian continuamente, de modo que, en ocasiones, lo máximo que podrás hacer tendrá una gran calidad, y en otras no será tan bueno.
Cuando te despiertas renovado y lleno de vigor por la mañana, tu rendimiento es mejor que por la noche cuando estás agotado. Lo máximo que puedas hacer será distinto cuando estés sano que cuando estés enfermo, o cuando estés sobrio que cuando hayas bebido. Tu rendimiento dependerá de que te sientas de maravilla y feliz o disgustado, enfadado o celoso.
En tus estados de ánimo diarios, lo máximo que podrás hacer cambiará de un momento a otro, de una hora a otra, de un día a otro. También cambiará con el tiempo. A medida que vayas adquiriendo el hábito de los cuatro nuevos acuerdos, tu rendimiento será mejor de lo que solía ser.

EL TERCER ACUERDO . No hagas suposiciones


TERCER ACUERDO

El Tercer Acuerdo consiste en no hacer suposiciones.
Tendemos a hacer suposiciones sobre todo. El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que
suponemos es cierto. Juraríamos que es real. Hacemos suposiciones sobre lo que los demás hacen o piensan –nos lo tomamos personalmente–, y después, los culpamos y reaccionamos enviando veneno emocional con nuestras palabras. Este es el motivo por el cual siempre que hacemos suposiciones, nos buscamos problemas. Hacemos una suposición, comprendernos las cosas mal, nos lo tomamos personalmente y acabamos haciendo un gran drama de nada.

EL SEGUNDO ACUERDO . No te tomes nada personal