miércoles, 25 de enero de 2012

EL ESTRES





Agravamiento de la negatividad



Todos tenemos días «malos», en los que parece que nada nos resulta como queremos.

Y si ya estamos metidos en una rígida pauta negativa de pensamiento, este tipo de días puede agravar al cien por ciento la negatividad. Y esto, naturalmente, no es, nada bueno para nosotros. Ya llevamos suficiente carga extra. Debemos aprender a liberarnos de lo negativo, a dejarlo ir. Algunas de las causas cotidianas de estrés podrían ser:

1. Tu marido o tu esposa, tu amante, o tu mejor amigo o amiga.

2. El dinero en general o las finanzas compartidas.

3. El perro, el gato o cualquier otro animal doméstico.

4. Cumplir con todo lo programado (mi favorita).

5. La situación laboral, los empleados o los jefes.

6. El coche, el autobús o cualquier otro medio de transporte.

Los psicólogos y psiquiatras han relacionado toda enfermedad física con las situaciones de estrés, ya sea como causantes o como agravantes. Los factores enumerados arriba podrían muy bien aplicarse a esto. Si sólo lográramos aprender a liberarnos del estrés o a controlarlo, tendríamos ganada la mitad de nuestra batalla contra la enfermedad o nuestro «mal» día.



Ejercicio para el estrés

Lleva a cabo este ejercicio para aliviar el estrés. Hazte las siguientes preguntas:

1. ¿Podría yo realmente hacer algo para cambiar a esa persona?

2. ¿Qué es lo mínimo que podría hacer para sanear mi economía?

3. ¿Pueden aprender los animales a comportarse mejor? Son tan amorosos...

4. ¿Llegaré más rápido si tengo un accidente en la autopista? ¿Me comprometí a algo que no puedo cumplir? ¿Con arreglo a los programas de quién estoy tratando de vivir?

5. ¿Es este el mejor trabajo para mí? ¿Soy capaz de desarrollar todo mi potencial creativo en este trabajo? ¿Me gusta la persona o empresa para la cual trabajo? ¿Me gustan las personas que trabajan para mí?

6. ¿Podría hacer algo para llegar a tiempo? ¿Podría asegurarme de que voy a llegar a tiempo? Si mi coche se estropea, ¿sé repararlo o encontrar una solución?

Luego podrías plantearte algunas preguntas generales:
1. ¿Aprendí algo de esta situación de estrés?

2. ¿Qué haría diferente si volviera a ocurrir? 3. ¿Fue tan malo?

4. ¿Hubo algo de humor en la situación?

5. ¿Me sirvió esta experiencia para conocer a alguien maravilloso?

Después de contestar estas preguntas, haz varias inspiraciones profundas y luego exhala lentamente, como si con el aire se estuvieran yendo todos los factores de estrés; después de todo, eso es precisamente lo que estás consiguiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario