miércoles, 25 de enero de 2012

AUTOCASTIGO

Autocastigo : drogas, alcohol,




Afirmación: «Bendigo mi cuerpo con amor».



Las drogas



Está muy extendido el abuso de las drogas. Se ha convertido en nuestro mejor método de escape. Nos tientan con seducción. «Ven, juega conmigo, te haré pasar un buen rato, haré que te sientas muy a gusto», parecen decirnos. Y es verdad, durante un tiempo las drogas nos hacen sentir bien, alteran nuestra realidad. Lo que no se nota al comienzo es el terrible precio que nos harán pagar. Después de tomarlas durante un periodo, se deteriora nuestra salud y ya no nos sentimos bien, y por añadidura tenemos la adicción, ansiamos la droga a cualquier precio y prácticamente estamos dispuestos a todo por conseguirla. Nos arruinamos, robamos, estropeamos nuestras relaciones y destruimos nuestra valía personal.

Las drogas debilitan nuestro sistema inmunitario hasta niveles peligrosos. ¿Por qué íbamos a pensar siquiera en tomarlas?

Existe la presión de nuestro entorno, de nuestros compañeros, es cierto, y esto puede llevarnos a probar alguna droga una vez. Pero su uso repetido es otra historia. Todavía no he conocido a nadie que consuma drogas regularmente y se sienta a gusto consigo mismo. Tomamos drogas para escapar de nosotros mismos, de nuestros sentimientos, para simular que nos sentimos bien, para esconder que sufrimos, para proporcionarnos un falso apoyo y poder dañarnos más a nosotros mismos.

Y todo esto comienza con la falta de amor y aprecio por quienes somos. Mediante las drogas tratamos de eliminar nuestros sentimientos infantiles de no valer lo suficiente. Pero esto nunca resulta, porque las drogas siempre desgastan, y nos sentimos peor que antes, porque ahora además cargamos con la culpa de tomarlas.



El alcohol

Se trata de un antiguo método de escape. El alcohol también se toma para celebrar algo y para relajarse, pero es fácil que las personas que tienen poco respeto por ellas mismas abusen de él.

El alcohol afecta al hígado, y tanto el hígado como la vesícula biliar tienen que ver con la rabia. La vesícula biliar es rabia y amargura contra los demás, y el hígado es rabia y odio contra uno mismo.

Los alcohólicos no están dispuestos a perdonarse a sí mismos. Se pasan la vida autocastigándose. Se inventan una excusa tras otra para excederse en la bebida por que el objetivo es castigarse y dañarse a sí mismos. ¿Por qué? Porque en algún momento de su infancia se tragaron la idea de que no sólo no valían lo suficiente sino que además eran malos y necesitaban un severo castigo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario