lunes, 19 de diciembre de 2011

LA SONRISA

Las emociones negativas, como el mal humor, la

ira, el miedo, el ren­cor, la preocupación, la

tristeza, la depresión, son manifestaciones de

bloqueos energéticos o de energías impuras y de

bajo ni­vel en determinados órganos, los cuales

origi­nan un desequilibrio energético,

disminuyen­do el nivel del Ki, y que si persisten,

darán lugar a la aparición la enfermedad.

Cabritos Sonrientes
Si disponemos de la suficiente energía en nuestro sistema podremos usarla para abrir los bloqueos y liberar la circulación del Ki, de for­ma que todos los órganos afectados reciban más fuerza vital y expulsen la energía negativa.
La sonrisa tiene el poder de transmitir amor y energía positiva hacia quien va dirigida, ya que una sonrisa siempre es un signo de amor y de fraternidad universalmente aceptado.
Al sonreír transmitimos energía amorosa y  curativa, y el que la recibe se siente acogido y reconfortado por ella.
La sonrisa influye en la glándula timo, que es la reguladora de la energía en nuestro orga­nismo: el timo produce unas células especifi­cas, cuya misión es aislar y destruir las células anormales, y si la actividad del timo es baja, estas células anormales se multiplicaran, pu­diendo llegar a desarrollar un tumor.
Por ello, mantener el timo estimulado energéticamente activo contribuye a prevenir la formación de tumores.
La auto sonrisa o sonrisa interna dirigida a uno mismo es un poderoso aliado de la auto terapia  y del auto masaje, ya que con ella transmitimos amor a nuestro Yo Interior y a nuestros cuerpos físicos y energéticos.
En nuestro quehacer diario estamos someti­dos continuamente a situaciones y circunstan­cias indeseables que producen estrés en nuestro cuerpo, en nuestra mente y en nuestro espíritu: las tensiones de la vida moderna, el continuo bombardeo de malas noticias, el exceso de tra­bajo, el hábito de fumar, canceroso para ti e irrespetuoso con los demás, la falta de contac­to humano, las preocupaciones, la contaminación del humo, los tóxicos alimenticios que constantemente ingerimos, como café, alco­hol, dulces, conservantes, colorantes; la prisa, la ansiedad, la falta de reposo, los autor reproches y los reproches de los demás, que inter­pretamos como cuestiones personales; los ex­cesos con las comidas, y especialmente la negación del amor a nosotros mismos, se van acumulando en nuestro ser; mien­tras que el cuerpo y el espíritu disponen de sa­lud y energía suficientes para asimilarlos, no llegamos a percibir claramente sus efectos de­moledores, pero llega un momento en que no puede más, y nos lo hace saber en forma de dolencia o enfermedad, resultado de años de estrés acumulado y de esos pequeños abusos a los que no dábamos importancia.
Los bloqueos energéticos producidos por estas causas nos impiden disfrutar del mundo exterior, mientras que la serenidad, la relajación, la paz, el descanso, la alegra y principal­mente el amor por todo nos abren a la comunión con el universo.
La sonrisa interior comunica a nuestro cuerpo físico, a nuestra mente y a nuestro espiritu- la serenidad, la alegría, la paz y el amor del Creador, que interiorizamos a través de este simple gesto cargado de energía curativa.
Cabritos Sonrientes #4

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