domingo, 11 de diciembre de 2011

LA SALUD






«Devuelvo a mi cuerpo una salud perfecta y la mantengo.»

Enunciados
   .  Me resfrío tres veces al año.
  • Mi nivel de energía es bajo.
  • Soy lento en sanar.
  • Las alergias me molestan continuamente.
  • En mi familia siempre ha habido problemas cardíacos.
  • Tengo una enfermedad tras otra.
  • Sufro un dolor constante en la espalda.
  • Los dolores de cabeza nunca acaban de desaparecer.
  • Estoy continuamente estreñido.
  • El dolor de los pies me atormenta.
  • Siempre me hago algún daño físico.

¿Cuántos de estos enunciados te suenan conocidos? Vamos a echar un vistazo a nuestras creencias sobre la salud.
Creo que tenemos que ver con todas las «enfermedades» de nuestro cuerpo.
 El cuerpo, como todo lo demás en la vida, es un espejo de lo que interiormente pensamos y creemos. Nuestro cuerpo está hablándonos continuamente; lo único que hace falta es que nos tomemos el tiempo necesario para escucharlo.
 Cada célula de nuestro cuerpo responde a cada cosa que pensamos
.
Cuando descubrimos cuál es la pauta mental que hay detrás de una enfermedad, tenemos oportunidad de cambiar esa pauta y, por consiguiente, ese malestar.
La mayoría de las personas no quieren ponerse enfermas en un nivel consciente, y sin embargo cada malestar que tenemos es un maestro.
 La enfermedad es la manera que tiene el cuerpo de decirnos que en la conciencia hay una idea falsa.
 Algo de lo que creemos, decimos, hacemos o pensamos no es para nuestro mayor bien. Yo siempre me imagino que el cuerpo nos da tironcitos, diciéndonos: « ¡Préstame atención, por favor!».
 A veces la gente quiere estar enferma.En nuestra sociedad, hemos hecho de la enfermedad una manera legítima de evadir la responsabilidad o las situaciones desagradables. Si no somos capaces de aprender a decir «no», entonces quizá tengamos que inventarnos un malestar que lo diga por nosotros.

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