Se trata de una forma de canalizar la energía divina
curativa en las personas. En palabras sencillas, se trata de la imposición
de manos. Nuestras manos son
poderosos instrumentos en el proceso de curación. Todo lo que tocamos siente
nuestra propia energía personal. Y cuando concentramos nuestra energía en la
curación, ésta se realiza
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