El amor es la mayor goma de
borrar que existe. Borra incluso las impresiones más profundas, porque llega más
hondo que nada.
Si las impresiones de mi infancia son muy fuertes y siempre digo
"todo es culpa mía", entonces no puedo cambiar. Me he estancado.
Así pues, hago
una buena cantidad de trabajo con el espejo. Miro mi reflejo y digo a cada parte
de mi cuerpo y a mi alma que las amo.
Lo hago cada mañana al despertar y cada
noche justo antes de irme a la cama. Amo todo lo que constituye esta maravillosa
alma que soy.
LOUISE L. HAY.
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