EL DESÀNIMO

Por:  Mª Victoria Martínez Lojendio, www.exitoalos40.com Sabes lo que quieres, tienes tus objetivos y tus planes claros pero a veces te vence el desánimo y parece que todo se vuelve gris tirando a negro, ¿verdad? ¿Piensas que sólo te pasa a ti? ¿Crees que a veces eres un desastre? ¿Piensas que el resto de las personas siempre están bien y animadas con sus metas? Pues no es así, lo que te pasa no es nada raro. Nos pasa en mayor o menor medida a casi todas. Hay días en los que te encuentras pletórica, todo fluye y te salen las cosas sin esfuerzo. Te sientes con energía, con ganas e ilusión. En cambio otros parece que no avanzas, todo te cuesta más y te planteas si lo que estás haciendo merece la pena. Recuerda para qué quieres conseguir tu objetivo Escribe en un cuaderno para qué quieres conseguir tu objetivo. Qué es lo que te mueve y te compromete a continuar. Puede que lo que quieras sea mejorar tu situación económica, terminar unos estudios que un día empezaste, aprender a hacer algo nuevo, mejorar una relación deteriorada, darles a tus hijos una mejor educación, montar un negocio, ahorrar para un viaje, una casa, un coche... Cualquiera que sea tu motivo no lo pierdas de vista, es el motor para continuar. Escribe cómo será tu vida cuando lo consigas, en qué va a mejorar, cómo te vas a sentir, qué dirás, que dirán los demás. Ponle sentimiento y emoción y siéntete como si ya lo hubieras conseguido. Cada vez que te sientas desanimada Cuando te sientas sin ganas o desanimada, cuando dudes de si seguir o tirar la toalla, coge tu cuaderno y relee todo lo que escribiste ilusionada con tu meta. Siéntete como te sentiste y piensa que no te lo inventaste, es verdad todo lo que has escrito. Busca el motivo de tu desgana y averigua si tiene que ver con seguir o no con tu objetivo o si se debe a algo ajeno que te ha ocurrido. Puede que te sientas ese día más cansada de lo normal, que hayas tenido alguna discusión, o quizá tienes una preocupación que te influye más de lo que piensas. A veces, cuando me siento un poco desanimada (porque a mí también me pasa...), pienso en cuál es el motivo. Si no lo encuentro me digo: "esto es hormonal"... y ya está. Pienso que mañana me sentiré mejor y así es. Si realmente no tienes nada importante que justifique tu desgana, se te va a pasar pronto y si estás realmente comprometida con tu objetivo, seguirás avanzando en él. Busca apoyo, habla Este mundo está lleno de personas, por algo será. Nos necesitamos unos a otros más de lo que creemos. A veces te encierras en tus cosas y no las hablas con nadie porque no quieres molestar o piensas que no te van a escuchar o a entender. No es cuestión de contarle a todo el mundo lo que te pasa o lo que quieres, pero seguro que tienes a alguna persona especial en la que apoyarte. Lo ideal es que fuera una persona que tuviera un objetivo parecido al tuyo, porque podrías intercambiar ideas, proyectos, colaboraciones. Por ejemplo, si tu objetivo es ponerte a dieta y empiezas a hacerla con una amiga, es estupendo que compartas tus logros y también tus recaídas. Seguro que ella te va a entender mejor que nadie porque está pasando por lo mismo. El apoyo mutuo y la compresión es una gran ayuda para continuar. ¿Qué hago yo? Yo para animarme me nutro con mis libros de autoayuda, son mis tesoros. Los leo y los releo y me encanta. Escucho audios y veo vídeos que me motivan. Medito y oigo música que me gusta. Busco en Internet personas a las que admiro y que me gusta lo que hacen. Me digo:"si otros pueden, yo también" Hago recopilación de situaciones en las que alguien me ha hecho sentir muy bien respecto a lo que hago o digo y eso me reafirma en que sí puedo, sí quiero y sí voy.   Recopilando Admite tu desánimo de vez en cuando, sé comprensiva y tolerante contigo misma. Escribe la maravillosa vida que tendrás cuando consigas lo que quieres y tenlo a mano para releerlo cada vez que lo necesites. Busca apoyo de alguien especial, alguien que quiera verte feliz. Encuentra personas que estén queriendo conseguir lo mismo que tú o algo parecido. Internet te facilita la comunicación casi con cualquier persona. Lee libros y escucha audios motivantes. Busca a personas a las que admires y entérate de qué están haciendo y ofreciendo. Recopila la música que más te gusta y escúchala en momentos bajos. Piensa que si otros pueden tú también. Escribe tus logros por pequeños que sean y prémiate. La vida sin objetivos no tiene sentido, el motor de nuestra vida es levantarte todas las mañana con un para qué.