
Todos
tenemos dos lados diferenciados en nuestra personalidad, el Niño y el Adulto.
Cuando están bien conectados todo funciona bien, pero cuando se desconectan
sobreviene el conflicto... y una amarga sensacion de vacio e
incompletud.
A medida
que crecemos, se nos pide "madurez" y se nos inculca que "ya no tenemos edad
para actuar como niños" ... reprimiendonos asi, nuestro lado inocente e
infantil... el cual aun de adultos es sumamente necesario para
crecer...
Nuestro
niño tiene unas emociones completas, intensas, de alegría, de felicidad, de
tristeza.
El trabajo con el Niño Interior es quizás uno de los más
profundos y
sanadores.
Lo que sí podemos hacer es tomar nuestro poder aquí y
ahora y dejar de tratar a nuestro niño como nos
trataron a nosotros. Entonces no
podiamos elegir
,
ahora sí. El momento de poder es siempre el
presente.

Volver
a establecer una relación con nuestro niño desde la alegria, el amor y la
comprensión nos ayudara a sanar nuestra dañada autoestima.
Es la única manera de
realizar cambios positivos en nuestra vida: establecer relaciones sanas, cuidar
nuestro cuerpo, trabajar en algo que nos gusta, ser prósperos, amar
incondicionalmente y llegar a sentirnos plenos y feliz.
Cuando cambiamos desde
el AMOR todo nos sale bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario